La energía solar puede suponer un importante ahorro energético si tenemos en cuenta que más del 5% de la energía consumida en nuestro hogar se usa solo para calentar agua.
En viviendas, su instalación suele ser en el tejado, donde se aprovecha al máximo la incidencia del sol y no ocupa espacio. El sistema de placas solares, combinado con un acumulador y una bomba de circulación, nos permite tener agua caliente sanitaria gratis todo el año, siendo respetuosos con el medio ambiente.
Se trata de un sistema de baja temperatura que consiste en una trama de tubos de polietileno instalados bajo el suelo por los que circula agua (entre 30-45ºC) para conseguir que el suelo tenga una temperatura de entre 22-27ºC. Proporciona un calor uniforme, regular y suave, con un ahorro de hasta un 15%.
A diferencia de un radiador convencional, disponen de una elevada superficie de intercambio que permite transmitir el calor necesario mediante convección natural (radiadores de baja temperatura) o convección forzada (fan-coil).